Luis Chaves
El poeta costarricense Luis Chaves nace en Heredia, provincia de Costa Rica, en 1969. Estudia EconomÃa AgrÃcola; sin embargo, no se dedica a esta profesión, sino que empieza a escribir y a publicar poesÃa y artÃculos en los años noventa.
El poeta costarricense Luis Chaves nace en Heredia, provincia de Costa Rica, en 1969. Estudia EconomÃa AgrÃcola; sin embargo, no se dedica a esta profesión, sino que empieza a escribir y a publicar poesÃa y artÃculos en los años noventa. Además, se dedica a la traducción. Sus textos empiezan a ser reconocidos en Latinoamérica y España, y es considerado una de las voces emergentes más destacadas de Costa Rica. Ha publicado seis poemarios, además de diversos artÃculos para el periódico La Nación de Costa Rica, asà como en varias revistas costarricenses y latinoamericanas. Fue co-editor de la revista de poesÃa latinoamericana Los Amigos de lo Ajeno. Actualmente escribe para la revista Soho de Costa Rica. En septiembre de 2008 estuvo en Alemania, invitado para la inauguración del Instituto Cervantes de Frankfurt.
(De Wikipedia)
Dos poemas del libro, Asfalto: un road poem
Anticipo
Viento fresco por la ventanilla
La recta interminable que se hace lÃquida en el horizonte. Ella, ahora de copiloto y el asiento reclinado, con la uña del Ãndice se saca basurillas del ombligo.
–¿Cómo es que llegan hasta aqu�
–PodrÃas hacer una almohada con tanta pelusilla.
En ambos lados de la carretera, extensos terrenos de cultivos cuyos nombres ignoran los dos.
Los sistemas de irrigación como aerosoles gigantes que bañan la tierra.
Lluvia falsa sobre las plantas.
El aire frÃo que entra por las ventanillas y el lento repliegue de la tarde sugieren lo que antes hubieran llamado de otro modo. Sin mirarse, se toman de la mano. Por costumbre, por entumecimiento, por falta de imaginación. Sonrisas que no se terminan de dibujar, palabras que no se dicen ni se van a decir más. Gestos falsos.
Criaturas del agua
La roca que, conforme baja el caudal en verano, aparece en medio del rÃo como un Nessie de piedra. Ella, movida por la sed, se detiene junto al remanso y, de rodillas, se inclina. Su cara del aire acercándose a su cara del agua.
El poeta costarricense Luis Chaves nace en Heredia, provincia de Costa Rica, en 1969. Estudia EconomÃa AgrÃcola; sin embargo, no se dedica a esta profesión, sino que empieza a escribir y a publicar poesÃa y artÃculos en los años noventa. Además, se dedica a la traducción. Sus textos empiezan a ser reconocidos en Latinoamérica y España, y es considerado una de las voces emergentes más destacadas de Costa Rica. Ha publicado seis poemarios, además de diversos artÃculos para el periódico La Nación de Costa Rica, asà como en varias revistas costarricenses y latinoamericanas. Fue co-editor de la revista de poesÃa latinoamericana Los Amigos de lo Ajeno. Actualmente escribe para la revista Soho de Costa Rica. En septiembre de 2008 estuvo en Alemania, invitado para la inauguración del Instituto Cervantes de Frankfurt.
(De Wikipedia)
Dos poemas del libro, Asfalto: un road poem
Anticipo
Viento fresco por la ventanilla
La recta interminable que se hace lÃquida en el horizonte. Ella, ahora de copiloto y el asiento reclinado, con la uña del Ãndice se saca basurillas del ombligo.
–¿Cómo es que llegan hasta aqu�
–PodrÃas hacer una almohada con tanta pelusilla.
En ambos lados de la carretera, extensos terrenos de cultivos cuyos nombres ignoran los dos.
Los sistemas de irrigación como aerosoles gigantes que bañan la tierra.
Lluvia falsa sobre las plantas.
El aire frÃo que entra por las ventanillas y el lento repliegue de la tarde sugieren lo que antes hubieran llamado de otro modo. Sin mirarse, se toman de la mano. Por costumbre, por entumecimiento, por falta de imaginación. Sonrisas que no se terminan de dibujar, palabras que no se dicen ni se van a decir más. Gestos falsos.
Criaturas del agua
La roca que, conforme baja el caudal en verano, aparece en medio del rÃo como un Nessie de piedra. Ella, movida por la sed, se detiene junto al remanso y, de rodillas, se inclina. Su cara del aire acercándose a su cara del agua.