Copyrighted material. Contents can only be used with proper credit to mahmag.org

Alejandro Mendez

andres  •  20 May, 2009

Alejandro Mendez
Nació en Buenos Aires en 1965. Publicó los siguientes libros de poesía: Variaciones Goldberg (2003), Medley (2003), Tsunami (2005), Chicos índigos (2007). Es el coordinador de Las elecciones afectivas / Las afinidades electivas.
------------------
Se trata de crear una red, un mapa de poetas entrelazados por sus propias afinidades, sin mayores jerarquías ni censura alguna, todos unidos por enlaces inesperados. Méndez lo describe así, "Un post, un poeta, su imagen, su poética, sus poemas, y un listado de afectos y afinidades que dan pie a nuevos posts; una bola de nieve, un tren imparable, un rizoma, un médano. Dice sobre su propio poesía, "Intento que mi poesía sea un llamado a la coalescencia de los cinco sentidos a la vez." Lo que sigue es un poema que aparece en su poemario Medley.

“La esposa del ex canciller alemán Helmut Kohl, Hannelore Kohl, de 68 años, se suicidó y fue hallada ayer en el departamento donde vivía en Ludwigshafen (oeste de Alemania). Hannelore estaba enferma a causa de una declarada alergia a la luz que sólo le permitía salir de noche. "Debido a su desesperado estado de salud, decidió acabar voluntariamente con su vida", aseguró un comunicado de la oficina de Kohl. El matrimonio acababa de celebrar su 41 aniversario”.


Los poemas de Hannelore Kohl

I

Sonámbula tropiezo
con el felpudo,
roído por el
afgano
-regalo de Chirac-

afuera los gritos
se mezclan
engañosamente con
la estricta fragancia
del potaje preparado
por Clara,
nacida en la Selva Negra,
"Black Forest"
como le gusta decir
a mi pequeño nieto
bilingüe.

"Hemos amurallado la
casa para vos
Hannelore",
así
me lo repite
todos los días
el bueno de Helmut,
carcomido por la
alta política
europea y
sus intrigas palaciegas.

Deambulo por la
casa
asediada por la
luz,
mejor dicho,
por las filtraciones.

Es impredecible la luz,
se cuela por todos lados.

Ayer tuvimos que
tapiar el botiquín,
tenía una pequeña
hendija
por donde se colaba
el sol de Ludwigshafen
un sol de verano
directo y mortal,
tal como suele
decirme mi
herr doktor.

II

Mascarón de proa
y anteojos negros.

Rompecabezas letal
esparce la letanía
del dolor
punzante de la luz.

Parapetada en el
el refugio anti-misiles,
recuerdo de guerras pasadas
y advertencia para las futuras.

Aún en contra del
precepto del padre faústico,

rápido
rápido

más silencio,
más oscuridad.

III

Suspendido
el incesante
rumor
sinéstesico,

desbarranca
la visión
enturbiada
por endebles conjeturas.

Este túnel,
que es mi casa,
estos ojos que
indagan la
sutileza cromática de
la noche
-su único reposo-
esta locura,
que pestañea
ante la llegada
mortífera
del
alba.

IV

Expulso
recuerdos cromáticos

táctil y nocturna
así me quiere
él.

V

41 años

allí me detendré
para brindar con el
extraño
golem
de luz

Aniversario
de cieguitos
improvisados

ya morí
para el radiante
día,

sobrevivo en
el cadáver
noctámbulo
de las
rosas.
« Prev itemNext item »

Comments

No comments yet. You can be the first!

Leave comment

Esta entrada ha sido cerrada, no es posible introducir nuevos comentarios o votar